Moscú
RICHARD SORGE
Nació en Bakú el 4 de octubre de 1895, de nacionalidad alemana, fue un espía soviético hijo de Wilhelm Sorge y de Nina Kobeleva.
Doctor en ciencias políticas, fue voluntario en la Primera Guerra Mundial y trabajó como periodista.
Destinado a Japón como reportero, se enteró de la inminente invasión alemana de Rusia llamada Operación Barbarroja en la embajada del Reich.
Llegó a informar a Stalin de la fecha exacta del ataque así como a los criptoanalistas suecos.
Sorge señaló con bastante aproximación los efectivos alemanes y sólo se equivocó en dos días al concretar que el ataque tendría lugar el 20 de junio de 1941.
Durante la Batalla de Moscú, Sorge entregó a Stalin la verdadera situación en Manchuria respecto de la evolución del conflicto chino-japonés, lo que permitió a Stalin retirar las vitales fuerzas siberianas del Lejano Oeste, al mando de Zhukov para lanzarlas en el cerco de Moscú y salvar la capital.
La inteligencia alemana, vía Abwehr, denunció a la Kempei Tai (servicio de inteligenia) japonesa las actividades de Sorge que fue capturado en un hotel jáponés.
Se cree que fue sometido a torturas por los japoneses tras ser descubierto. Iosef Stalin intentó negociar por la vida de Sorge pero fue infructuoso.
Murió en la horca el 7 de noviembre de 1944 junto con otra espía rusa en Japón.
En noviembre de 1964 fue declarado héroe de la Unión Soviética.
KARL RUDOLF GERD VON RUNDSTEDT
El Generalfeldmarschall Karl Rudolf Gerd von Rundstedt nació en Aschersleben, Alemania, el 12 de diciembre de 1875, en el seno de una familia de aristócratas prusianos pertenecientes a la élite Junker.
Von Rundstedt se alistó en el ejército alemán en 1892. Ingresó en la Escuela de Guerra de Berlín en 1902, una institución que sólo aceptaba 160 nuevos estudiantes al año, de los cuales un 75% nunca terminaba su instrucción.
El 22 de enero de 1902 contrajo matrimonio con Luise Bila von Götz, muerta en el año 1952, con quien tuvo un hijo, Hans Gerd von Rundstedt nacido en el año 1903 y fallecido en 1948.
Durante la Primera Guerra Mundial, ascendió sucesivamente en el escalafón de la jerarquía militar hasta 1918, año en que fue ascendido a comandante.
Al terminar la guerra, trabajó como agregado del general Hans von Seeckt, el encargado de la Reichswehr, reorganizando el Ministerio de la Guerra.
Ascendió rápidamente en el ejército de 100.000 hombres que las cláusulas del Tratado de Versalles fijaban como número máximo de soldados de la república de Weimar alemana, siendo nombrado general en 1927 y comandante en jefe de la 3ª División de Infantería en 1932. Ese mismo año fue nombrado gobernador militar de Berlín por el canciller Franz von Papen, que llegó a declarar la ley marcial y ordenó a sus tropas expulsar a los miembros del partido nazi de las oficinas del gobierno estatal.
Se retiró voluntariamente del ejército en Octubre de 1938, cuando Werner von Fritsch, comandante en jefe del ejército alemán (OKH, OberKommando der Heer).
A pesar de ser denunciado por la Gestapo, Adolf Hitler le reintegró al servicio por sus altos méritos tras estallar la Segunda Guerra Mundial.
En 1939 le fue asignado el mando del Grupo de Ejércitos Sur, durante la invasión de Polonia.
Completada la invasión, apoya el plan de Von Manstein para la invasión de Francia, plan que será finalmente adoptado con el nombre de Fall Gelb o Batalla de Francia.
Para la operación le son asignadas siete divisiones panzer, tres divisiones motorizadas y 35 de infantería regular.
El 14 de mayo de 1940, cruzan el Mosa las divisiones acorazadas dirigidas por Heinz Guderian, abriendo una enorme brecha en el frente Aliado.
Von Rundstedt dudaba de la supervivencia de estas unidades sin apoyo de infantería y pidió un alto mientras enlazaban. El führer se mostró de acuerdo y ese pequeño retraso fue suficiente para que los aliados llevaran a cabo la Operación Dinamo en Dunkerque, aunque Rundstedt renunció a arrasar completamente la cabeza de playa de Dunkerque.
Posteriormente, durante los Juicios de Nuremberg, testimonió que la decisión de Hitler pretendía mostrar magnanimidad con el Reino Unido, creyendo que así sería más receptivo a un tratado de paz. Lo que hubiera en la mente de Hitler no puede ser verificado. A pesar de que su aquiescencia resulte aún hoy inexplicable, la decisión final fue de Rundstedt, a quien concedió plenos poderes, ante la exasperación de Franz Halder.
Tras la exitosa Campaña en el oeste, von Rundstedt fue ascendido a Mariscal de Campo del Reich el 19 de julio de 1940 y tomó parte en la planificación de la Operación León Marino, el plan de invasión de Gran Bretaña.
La invasión es finalmente abortada y von Rundstedt toma el mando de las fuerzas de ocupación para fortificar las defensas costeras en Holanda, Bélgica y Francia.
Cuando despega la Operación Barbarroja dirigida contra la Unión Soviética en junio de 1941, Von Rundstedt regresó al mando del Grupo de Ejércitos Sur.
A su cargo se encuentran cinco divisiones panzer y 52 de infantería. Su progreso fue inicialmente lento, pero consigue tomar Kiev en septiembre, donde según fuentes alemanas se rinden 665.000 soldados soviéticos. Las fuentes rusas, por su parte, hablan de 452.000 soldados embolsados, de los cuales 150.541 escaparon antes del "cierre de tenaza".
Tras acabar con las últimas fuentes de resistencia, siguió avanzando hacia el este para atacar Kharkov y Rostov. Se opuso enérgicamente a continuar el ataque durante el crudo invierno ruso y aconsejó a Hitler que ordene un alto para fortificar las posiciones, pero su postura no fue aceptada.
En Noviembre de ese mismo año, Rundstedt sufrió un ataque al corazón, rehusó ser hospitalizado y continúa su avance, alcanzando Rostov el 21 de noviembre.
Un contraataque ruso rechazó a los alemanes y Rundstedt pidió permiso para retirarse. Hitler, enfurecido por la petición, le sustituyó en el mando por Walter von Reichenau.
Llamado a filas de nuevo en marzo de 1942, fue asignado al Mando Occidental (OKW, OberKommando der Wermacht).
Era otoño de 1943 y aún no existían fortificaciones dignas de mención en la costa francesa. Tras la asignación de Erwin Rommel como su subordinado, comienza la construcción de la línea defensiva posteriormente conocida como Muralla o Muro del Atlántico: fortificaciones permanentes que se extienden unos 2.700 km a lo largo de la costa.
Previamente al desembarco Aliado, von Rundstedt defendía que las reservas acorazadas debían mantenerse en estado operacional, de modo que pudieran acudir rápidamente hacia el sector más amenazado donde desembarcaran los aliados. Su opinión era compartida por el comandante de la fuerza acorazada, Geyr von Schweppenberg.
Rommel, por el contrario, insistía en disponer a las fuerzas acorazadas cerca de la costa, justo fuera del alcance de la artillería naval aliada, pues el dominio aéreo aliado no permitiría una mayor operatividad. Guiado por sus experiencias en África, Rommel pensaba que las operaciones aéreas aliadas impedirían cualquier movimiento de tropas durante el día, e incluso lo dificultarían enormemente durante la noche. También opinaba que no se produciría un desembarco tan al oeste como Normandía, y por tanto muy pocas reservas acorazadas deberían ser enviadas allí. Por último coincidía con Von Rundstedt.
Finalmente, se llevó a cabo la decisión de Rommel, dado que la inactividad de Von Rundstedt desde su asignación al frente occidental había minado su autoridad.
Las divisiones acorazadas se dispersaron y sólo dos fueron asignadas a la costa norte francesa, al oeste del Sena. De ellas, sólo una se encontraba en el sector de Normandía, lo que trajo desastrosas consecuencias al comenzar la invasión.
Una vez consumado el Desembarco de Normandía en junio de 1944, Von Rundstedt presionó a Hitler para que negociara la paz con los Aliados. Éste respondió reemplazándole de nuevo del mando, esta vez en favor del general Günther von Kluge.
El 20 de julio de ese mismo año, se produjo un fallido atentado contra Hitler.
Ya en 1943, los conspiradores intentaron ganarse el favor de los mariscales de campo más veteranos, como Von Rundstedt, algo que no llegaron a conseguir. Los acusados por el atentado contra Hitler fueron juzgados por Roland Freisler, y muchos fueron ejecutados. Precisamente, a raíz del atentado, Rundstedt aceptaría formar parte de la Corte de Honor del Ejército, junto con el propio Guderian y Wilhelm Keitel. Este órgano expulsaría de la corte militar a cientos de oficiales sospechosos de oponerse a Hitler.
A mediados de agosto el frente de Von Kluge se hundió tras la Bolsa de Falaise, llevándole al suicidio.
Von Rundstedt regresó al mando occidental, reagrupó a las tropas rápidamente para oponerse a la Aliada Operación Market Garden, venciendo la batalla.
Más tarde, supervisó los planes de la ofensiva para reconquistar Amberes, pero fracasó con muy pocas posibilidades de éxito en lo que sería conocido como Batalla de las Ardenas.
Se opuso a tal ofensiva desde el principio, lavándose las manos sobre el resultado.
Fue relevado del mando una vez más en marzo de 1945, tras expresar ante Wilhelm Keitel que Hitler debía firmar la paz con los Aliados en lugar de seguir embarcado en una guerra sin esperanzas.
Finalmente, Von Rundstedt fue capturado por soldados de la 36ª División de Infantería de los Estados Unidos el 1 de mayo de 1945.
Sufrió un nuevo ataque al corazón mientras era interrogado. Tras ello fue enviado a Gran Bretaña y mantenido en cautividad. Fue acusado como criminal de guerra por los británicos. Los cargos contra él consistían en su posible implicación en los asesinatos masivos cometidos en territorios soviéticos ocupados.
El 10 de octubre de 1941, su subordinado Walther von Reichenau, comandante del VI Ejército alemán emitió la sangrienta "Orden Reichenau".
Los problemas de salud de von Rundstedt le libraron de enfrentarse a un juicio sobre el asunto.
Liberado en julio de 1948, vivió en Hannover hasta su muerte el 24 de febrero de 1953.
ANTECEDENTES
El 22 de junio de 1941, Alemania y sus aliados del Eje (Italia, Hungría, Rumanía...) atacaron al ejército soviético que ocupaba Polonia, tomando al liderazgo político y por tanto a la mayor parte de las ciudades, el Grupo de Ejércitos Sur Alemán se dirigía a conquistar Ucrania y el Grupo de Ejércitos Centro se dirigía hacia Moscú. Las defensas soviéticas eran catastróficas y las bajas enormes. A comienzos de agosto de 1941, los alemanes capturaron la ciudad de Smolensk (aproximadamente a 400 km), un importante puesto de defensa en el camino hacia Moscú, pero los enfrentamientos en el área de Smolensk bloquearon el avance alemán hasta mediados de Septiembre, haciendo inviable el Blitzkrieg (guerra relámpago). Al reanudar el avance, el cuerpo Panzer de Heinz Guderian alcanzó las afueras del área moscovita, donde Hitler le ordenó que virase hacia el sur para apoyar el ataque de Gerd von Rundstedt sobre la ciudad de Kiev. El 2 de octubre de 1941, El Grupo de Ejércitos Centro, bajo el mando de Fedor von Bock, lanzó finalmente el ataque sobre Moscú,comenzaba la Operación Tifón.
PRELUDIO
El 10 de octubre, Georgi Zhukov tomó el mando en sustitución del mariscal Budieny, que estaba mentalmente agotado, asumiendo la jefatura del Frente Occidental y de la defensa de Moscú.
Como refuerzo, venían desde las regiones orientales importantes reservas de tropas siberianas frescas. El Segundo Ejército alemán, habiendo franqueado la defensa ejercida por el Quincuagésimo Ejército Soviético, capturó Bryansk a finales de septiembre de 1941. A continuación, Orel, que cayó el 3 de octubre. Las fuerzas alemanas intentaron avanzar a través de la línea defensiva entre las ciudades de Orel y Tula.
La localidad de Vyazma, al oeste de Moscú fue tomada el 13 de octubre. Pero Moscú no cayó. Las fuerzas soviéticas del Frente Occidental, el Frente de Reserva, el Frente de Bryansk y el Frente de Kalinin, que defendían la ciudad, sufrieron considerables bajas, pero se mantuvieron peleando ferozmente. En Viazma, los alemanes cercaron a 650.000 soldados soviéticos y los arrollaron. Tal fue la confianza del OKW alemán, que el Cuartel General del Grupo de Ejércitos Centro se trasladó de Roslavl a Spas—Demesk el día 6 de octubre y a Yukhnov el día 10 de ese mismo mes. En Moscú, el pánico empezaba a cundir, los moscovitas sabían que eran el próximo objetivo y empezaban a tomar iniciativas al respecto:
El 15 de octubre, la totalidad del cuerpo diplomático abandona la urbe. Se llenan los ferrocarriles con las obras de arte, tesoros y especies valoradas y parten a destino desconocido. Se instala la ley marcial, se detiene a todo sospechoso en las calles en busca de agentes alemanes encubiertos, se fusilan a los soldados desertores, vagos y gente borracha.
Zhukov, recién llegado de Siberia, hace fusilar a todos los soldados desertores que deambulan en sus casas. Multitudes de ancianos, mujeres y niños son enviados a hacer fosos antitanque, otros desbordan las estaciones de Kazan y Yaroslav. Bombarderos alemanes dejan caer octavillas sobre la ciudad con citas sarcásticas sobre su devenir y el cogerlas, aunque sea para fumarlas, por parte de cualquier persona equivale a la pena de muerte.
Los alemanes, que ya vislumbran un derrumbe del ejército soviético, se encontraron que a fines de octubre las cosas no andaban como ellos esperaban, una serie de escaramuzas locales les dio una señal de que el enemigo había redoblado sus esfuerzos para contenerlos. Para fortuna de los soviéticos, el General Invierno ya hacía acto de presencia, de los lodazales del otoño que habían dificultado mucho la marcha de las unidades alemanas mecanizadas, ahora se presentaban nevazones tempranas, caídas de temperatura extremas y viento acompañado de lluvia helada. Los mismos rusos se dieron cuenta que este invierno iba a ser diferente, y en efecto iba a ser el más extremo en 50 años. El OKW alemán solicitó perentoriamente el envío de ropas de invierno y vituallas para el efecto, pero tozudeces y descoordinaciones dificultaron el abastecimiento. Ante la insistencia, el dictador alemán Adolf Hitler arguyó que el soldado alemán es superior ante cualquier raza y adversidad y las insistencias cesaron por parte de los oficiales del ejército alemán. Para el 15 de noviembre, mientras arrecian las lluvias heladas, aún no hay movimientos importantes, el Alto Mando Alemán (OKW) duda en realizar la operación, hay dudas y posiciones encontradas que deben ser zanjadas. En Orsha se hace una reunión de evaluación de la situación general. Algunos generales abogan por atrincherarse y pasar a la defensiva manteniendo las actuales posiciones, otros calculan que a lo sumo aún quedan tres semanas de buen tiempo, pudiendo realizarse la embestida contra la capital soviética y así luego apoyar al ejército del Grupo Norte, que está muy debilitado. Al plantearse esta estrategia se aquilata que cualquier retraso acarrearía graves dificultades y sufrimientos para la infantería y los vehículos, pudiendo comprometerse la totalidad del frente, que hasta ahora permanecía sólido. Hoeppner comenta que debido a la carencia de abastecimientos se está creando una creciente debilidad de la moral en la tropa y en su capacidad ofensiva. Llega una directiva de Hitler que azuza a sus generales a tomar Moscú lo antes posible, además se incluye que no se aceptará ninguna capitulación, la ciudad deberá ser bombardeada y los civiles obligados a huir o a morir por hambre, sólo se tomará la ciudad una vez liquidada su población. Se agrega una instrucción especial de hacer saltar el Kremlin. Se toma la decisión, se continuará apenas cesen las lluvias, la estrategia es usar el ataque de pinzas rodeando primero la capital por el norte con una ofensiva hacia Kalinin y hacia Klin y por el sur desde Tula hacia el río Oka para embolsarla. El IV Ejército de Von Kluge es el encargado de realizar la operación, y ésta comienza el 20 de noviembre de 1941. El grupo "Mitte" o Centro envolverá Moscú, El 9º y el 3º Grupo Panzer irán a Rashev y Kalinin, el 4º Grupo Panzer de Hoeppner ira por el norte, el IV Ejército tomara la posición MozhaisKaluga, el II Ejército después de limpiar la bolsa de Briansk irá al sudeste. Guderian con su 2º Grupo Panzer irá por Tula y Kolomna. Zhukov estableció tres líneas de defensa principales, previendo un ataque en forma de pinzas. La primera línea iba desde el poblado de Rzhev hasta Vyazma con una extensión de 200 km hacia el oeste. La segunda línea Kalinin—Mozhaisk—Kaluga defendía el centro de la capital y la tercera línea de defensa era la misma capital que se iba a fortificar en forma de erizo. Miles de obreros, mujeres y niños salieron a las calles a cavar zanjas, montar defensas antitanque y trampas. También se colocaron en el mayor secreto cargas de dinamita en puntos estratégicos de la capital para volarla si era absolutamente necesario. Los escuadrones siberianos venidos desde oriente aún no llegaban a destino, Stalin programó además un desfile en la Plaza Roja donde desfilarían los batallones y de allí se dirigirían directos al frente. En las fábricas cercanas se armaban a toda velocidad cientos de T-34 para ser usados en la batalla inminente, muchos salieron sin pintar.
Se fortificaron los edificios y se plantaron cientos de nidos de ametralladoras antiaéreas comprometiendo a 24.000 civiles.
Por el norte estaba Timoshenko, por el centro estaba Zhukov y por el sur el general Yeremenko. El Gobierno Soviético fue evacuado hacia el este, a la ciudad de Kuybyshev (actual Samara), aunque el líder soviético permaneció en Moscú para dar un ejemplo de determinación para los soldados y los cada vez más desesperados civiles.
Stalin ordenó realizar en la Plaza Roja el tradicional desfile militar del 7 de noviembre conmemorando la Revolución de Octubre, a pesar del peligro que representaban los bombardeos alemanes.
Después de marchar sobre la Plaza Roja, las tropas se dirigieron directamente al campo de batalla, los tanques T-34 salieron de las fábricas al frente.
INCIDENTES
Las acciones comenzaron el 17 de noviembre, apenas cesaron las lluvias con ventiscas:el 3º Grupo Panzer de Hoth se dirigió a la línea norte, hacía Rashev—Kalinin—Klin.
El grueso del ejército se dirigió por la carretera Smolensk—Moscú y ocupó el área comprendida entre Podolsk y Maloyaroslavets, para luego desbordar en Kaluga.
El 4º Grupo Panzer de Hoeppner ocupó la línea desde Ruza hacia Volokolansk, por todo el borde occidental del río Moskova, por el lado norte y avanzaron hacia el centro.
El 2º Grupo Panzer de Guderian se dirigió hacia Tula y después debió doblar hacia Kolomna por el norte, rebasando el río Nara y el río Oka. Guderian iba sólo con unidades mecanizadas, la Grossdeutschland se le adelantó para tomar Tula, mas no lo consiguió.
El frío se hace sentir súbitamente, las temperaturas llegan a -30°C y descienden aún más, hasta alcanzar los -42°C.
Von Kluge, para tener aún una mejor posición, se instaló en Maloyaroslavets, casi en la línea de fuego. De ahí envió a su 13º Grupo Panzer para tomar Kaluga y a su 57º Cuerpo para tomar Borovsk.
El 2º Grupo Panzer de Guderian quedó detenido en la ribera del río Oka enfrentándose a divisiones de origen mongol que le ponen en difíciles aprietos. Aquí capturó un tanque de origen inglés. Prosigue el rápido Heinz y captura sucesivamente Yefremov, Dedinovo, Poliania y se acuartela en la finca de Yasnaia, la casa de Tolstoi, donde está también su tumba... completamente llena de explosivos, lista para ser dinamitada.
El 27 de noviembre, Guderian logra franquear el Oka a costa de muchas bajas, recibiendo además una contraofensiva del 239º Cuerpo siberiano ruso, que lo detiene en seco, sembrando la nieve con cadáveres alemanes.
El 28 de noviembre se producen los combates más fieros entre los SS Das Reich y la 78ª División siberiana, al tomar Istra.
El termómetro marca -40°C y la luz solar apenas dura 5 horas. Guderian y Hoeppner acicatean a Von Kluge, cercado en Maloyaroslavets, para que coordine un ataque en línea en las tres direcciones; es la única forma de salir del estancamiento.
Von Kluge accede a realizar un esfuerzo supremo el 30 de noviembre, Halder recibe información de Inteligencia que le señala que el enemigo ha traído divisiones siberianas de refresco, 20 de ellas se han estacionado a la entrada de Moscú. El ejército alemán sólo cuenta con una, la 225 I.D.
Franz Halder informa a Walther von Brauchitsch, comandante en jefe de las operaciones en Berlín, que el ataque no tiene sentido y que la tropa está al límite de sus fuerzas, muchos soldados se echan a morir en la nieve y se niegan a luchar. Von Brauchitsch se entrevista con Hitler y le propone la suspensión del ataque a Moscú hasta la primavera. Hitler le escucha a medias, palidece y le interrumpe secamente vociferando: -"¡Quiero Moscú, no me impediréis tener Moscú!".
Von Brauchitsch sale del despacho de Hitler mudo, temblando y blanco como la nieve del frente ruso (en 1939 había pasado una situación similar al sugerirle la imposibilidad de conquistar Europa), sufre un ataque cardíaco y se incapacita. Al día siguiente es destituido y Hitler asume la total comandancia de las operaciones.
La ciudad de Kalinin fue tomada el 4 de diciembre. Unidades panzer rebasan el río Klin y se posicionan frente a Oseretkoye. Hitler vocifera por el teléfono, acicatea a Von Bock e insultaba a Guderian por no consolidar su cabeza de puente en el Oka.
Casi al mismo tiempo, el 5 de diciembre, después de una agotadora marcha impedida por el barro se toma la orilla del Oka, a costa de muchas bajas alemanas. Mientras tanto, el avance alemán estaba ralentizándose.
Los alemanes estaban casi paralizados al comenzar las lluvias de otoño, habiéndose tornado los caminos en extensiones de lodo.
Al iniciarse la helada a principios de noviembre de 1941, los alemanes pudieron utilizar los caminos nuevamente, pero enfrentados a la problemática de no estar bien equipados para la guerra invernal, puesto que Hitler había previsto una rápida victoria en verano. Tanto la ropa de abrigo como el camuflaje blanco eran escasos, y más y más tanques y vehículos quedaban inmovilizados al descender las temperaturas por debajo del punto de congelación.
Había que encender hogueras bajo los motores antes de hacerlos partir, muchos tanques tenían sus orugas pegadas al suelo helado. Los aceites, los líquidos hidráulicos y los anticongelantes no resistían el frío extremo, las armas se atascaban; también el tocar un tanque o superficie metálica con la mano desnuda significaba quedar pegada como piedra al metal, debiendo amputarsele. Los motores no partían ni aun prendiendo hogueras bajo ellos, había que abandonar las máquinas. El pan, la grasa y mantequilla eran como piedra, no se podían comer, se agripan las armas automáticas y es necesario quitárselas a los cadáveres rusos, pues éstas sí funcionan y bien.
Para lograr camuflarse, se derrama sobre las máquinas pintura blanca conseguida en algún granero o llegada desde la intendencia.
Cada cadáver enemigo contiene armas que funcionan, ropas adecuadas, botas gruesas, etc. El tomar estos objetos constituyen una esperanza de salvarse pero también conlleva el riesgo de fusilamiento, pues va contra las normas alemanas. Muchos oficiales hacen la vista gorda.
CONCLUSIÓN
El sufrimiento del soldado de infantería frente a ese extremo escenario llegó a cotas difíciles de vencer. Además, el invierno de 1941-1942 fue inusualmente frío incluso para los estándares rusos (de -40 a -55 °C). La defensa soviética en las proximidades de Moscú fue increíblemente heroica. Los soviéticos enviaron miles de reclutas y voluntarios, inclusive batallones de mujeres, a enfrentar el fuego de las metralletas alemanas.
Fue precisamente en el frente de Moscú donde se acuñó el término Panfilovtsy (Ivan Panfilov), comandante de la División 316 de Fusileros, murió en un duro y suicida enfrentamiento de infantería contra tanques alemanes. Sólo un puñado de soldados soviéticos gravemente heridos sobrevivieron a la carnicería. Murieron también en ese enfrentamiento un gran número de soldados alemanes. El 5 de diciembre de 1941, Zhukov lanzó un masivo contraataque soviético contra el ejército alemán, que estaba a escasos 42 km del borde más externo de la capital rusa, en la mayor ofensiva lanzada contra el Grupo Central.
La ofensiva se desarrolló en todos los sectores en el área moscovita el 6 de diciembre de 1941.
Durante el otoño, Zhukov había estado transfiriendo fuerzas soviéticas frescas y bien equipadas desde Siberia y el Extremo Oriente Ruso hasta Moscú, pero manteniéndolas en la retaguardia hasta la fecha determinada para la contraofensiva.
Zhukov contaba con información de inteligencia provista por Richard Sorge, quien ya había advertido precisa y oportunamente sobre la Operación Barbarroja, informando que Japón no atacaría en el este. Con el enemigo demasiado cerca del centro de Moscú como para ignorarlo, Zhukov lanzó estos refuerzos contra las líneas alemanas, en conjunto con los superiores tanques T-34 y lanzadores de cohetes Katyusha recientemente construidos.
Las nuevas tropas soviéticas de origen siberiano estaban preparadas para la guerra invernal, y entre sus filas se contaban muchos batallones skiinglski.
Los congelados y agotados alemanes fueron obligados a retroceder de 100 a 250 km para el 7 de enero de 1942.
CONSECUENCIAS
Los soviéticos consolidaron sus posiciones en abril de 1942, habiendo repelido la amenaza alemana fuera del alcance de Moscú. La victoria en la batalla de Moscú proveyó de un importante empuje para la moral soviética, en tanto que el ejército alemán había perdido su aura de invencibilidad. No habiendo podido derrotar a la Unión Soviética en un ataque rápido, los alemanes tuvieron que prepararse para una larga y sangrienta guerra de posiciones, la Blitzkrieg no tuvo éxito, Guderian fue destituido por Von Kluge al no poder tomar Moscú.
Como resultado del exitoso contraataque, Tula fue liberada por los soviéticos el 16 de diciembre. Al norte de Moscú, Kalinin fue liberada el 7 de enero de 1942.
Sin embargo falló la operación de liberación de Vyazma, llevada a cabo hasta el 20 de abril de 1942, por lo que los alemanes continuaron amenazando Moscú desde esta dirección.
De acuerdo a fuentes occidentales y soviéticas, alrededor de 700.000 hombres del Ejército Rojo murieron, fueron heridos o dados como desaparecidos durante la fase defensiva y la posterior contraofensiva, en tanto que 250.000 soldados del Eje murieron, fueron heridos o dados como desaparecidos durante el total de la batalla.
Por el heroísmo de los defensores se le dio a la ciudad de Moscú el título de Ciudad Héroe en 1965, conmemorando el vigésimo aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania Nazi en 1945.
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